El autor, comentarista de "Fr- L-imas Saladas" en su libro "De tal palo, tal astilla", nos sorprende ahora con su capacidad de hacer f-l lo imposible, como es adentrarse en los Textos Sagrados y hacer fluir de ellos su profundidad y riqueza con total normalidad y dominio. En su obra "MAR-, FLOR Y NATA DEL EVANGELIO", nos ofrece con frescura y agilidad las siete intervenciones que Mar-tuvo en el Evangelio de su Hijo. Si bien es verdad que mucho se ha dicho de Mar- como -mismo nos recuerda ("De Mar-numquam satis", "De Mar-nunca se hablar-uficiente"), nos introduce, sin darnos cuenta, en una dimensi-n teol-gico-mariana m-all-e lo acostumbrado. Su trabajo, partiendo de unas reuniones entre amigos de un grupo parroquial, va orientado a fundamentar la verdadera devoci-n a Mar- Esa parcela que tantas personas tienen a bien atender de acuerdo con su instrucci-n y valores religiosos. Su lectura nos acerca a un mundo ciertamente transcendental a la vez que humano; como divino y humano es el mens